Un tema muy importante que nunca debemos dejar a un lado es el estrés. La vida actual es de constante movimiento, trabajo y rutinas. A veces nunca logramos tener un tiempo para nosotros. Y el estrés puede afectar nuestra salud urológica de varias maneras.

Algunos ejemplos:

  1. Aumento de la frecuencia urinaria: El estrés crónico puede desencadenar una respuesta de “lucha o huida” en el cuerpo, que puede manifestarse como un aumento en la frecuencia urinaria. Esto puede ser especialmente problemático durante la noche, interrumpiendo el sueño y contribuyendo a la fatiga y la irritabilidad durante el día.
  2. Incontinencia urinaria: El estrés puede debilitar los músculos del suelo pélvico, que son clave para el control de la vejiga. Como resultado, algunas personas pueden experimentar pérdidas involuntarias de orina debido al estrés físico o emocional.
  3. Disfunción eréctil: El estrés crónico puede afectar la función eréctil al reducir el flujo sanguíneo al área genital y afectar la libido. Esta conexión entre el estrés y la disfunción eréctil puede crear un círculo vicioso, ya que la preocupación por el desempeño sexual puede aumentar aún más el estrés.
  4. Agravamiento de condiciones urológicas preexistentes: El estrés puede exacerbar ciertas condiciones urológicas, como la prostatitis o el síndrome de vejiga hiperactiva. Los síntomas de estas condiciones, como dolor pélvico o urgencia urinaria, pueden empeorar durante períodos de estrés emocional.
  5. Impacto en la salud del sistema inmunológico: El estrés crónico puede debilitar el sistema inmunológico, lo que puede aumentar el riesgo de infecciones del tracto urinario (ITU) u otras condiciones urológicas relacionadas con la inflamación.

Podemos concluir entonces que el estrés puede causar un impacto significativo en la salud urológica al afectar la frecuencia urinaria, la función eréctil, el control de la vejiga y la susceptibilidad a infecciones y otras condiciones urológicas.

¿Cómo podemos reducir nuestro estrés?

  1. Meditación: Puedes encontrar listas de reproducción en YouTube o Spotify o incluso practicar con apps como Calm, Headspace entre otras.
  2. Sal a Caminar: Muchas veces lo mejor es caminar al parque más cercano, a la biblioteca o a tu lugar favorito. Incluso salir a caminar a la cafetería por tu café o té del día te ayudará a reducir tus niveles de estrés
  3. Haz ejercicio: No necesitas inscribirte a un gimnasio. Haz rutinas sencillas de 10 a 30 minutos dos o tres veces a la semana. Si eres constante, se volverá tu rutina.
  4. Dormir entre 6 a 8 horas diarias: No hay nada más importante que dormir. Cuando duermes tu cuerpo recupera la energía perdida y empezaras tu día de trabajo con emoción y ganas.
  5. Invierta en su pasatiempo favorito: Haz algo que te guste poco o mucho. Ya sea aprender de urología. Jugar futbol con tus amigos entre otras cosas. Cuando haces lo que te gusta te relajas y disfrutas.

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